Bodas de Oro: 50 años juntos.

 Tras varios intentos por montar esta entrada, consciente del desfase, hoy me decido a publicar porque me comprometí a ello con todos vosotros.

Mis padres cumplieron mas de 50 años juntos y celebramos sus bodas de oro en un ambiente familiar  sin grandes ostentaciones, ni lujos, con la normalidad que caracteriza la vida y el amor de mis padres.

La celebración se desarrollo por la tarde-noche, primero asistimos y participamos de una entrañable Misa, y después cenamos en el Hotel Navarro.

Nadie sabía a excepción de mis hijos, mi marido y mi hermano Pablo (el puente de unión entre Valencia y Casasimarro) de la sorpresa que había preparado para una ocasión tan especial. 

La idea de decorar la mesa surgió a mata caballo, sin pensar un lunes 21 de septiembre. Tenía muy claro que el dorado y el blanco serían los colores y aunque contaba con poco tiempo, fui echando mano de las cosas que tenía por casa y de otras como globos dorados con forma de número, botes de latón dorado, blanco que me prestaron algunas amigas.

Prepare pompones de papel blanco, flores de seda, tarros de cristal pintados de dorado con spray, confeti redondo dorado, tarjetas recordando los 50 años unidos y portafotos con carteles con los nombres y fechas de mis padres.

Tras una conversación con los dueños del local, que fueron cómplices y me ayudaron en todo momento, supe que a la hora de los postres, sacarían por una de las puertas del local, una tarta con velas y bengalas en una mesa con ruedas... Y aproveche este momento-mágico para colgar la guirnalda que había hecho aquí y acompañar a la tarta con bombones, galletas, chuches, presentados en tarros de cristal y botes de latón. 

¡ Las caras de los niños y no tan niños se iluminaron !

¡ Hubo hasta aplausos !

Fue un día inolvidable, mezcla de sentimientos especiales, buenos, inexplicables y lo más importante ver disfrutar a mis padres con la familia unida... 

¡Ellos son el ejemplo de matrimonio al que quiero parecerme !